IBI
«Escudo partido y cortado, en primer y segundo cuartel de plata, una torre de gules ajurada de plata; terncer cuartel, en campo de oro, un perro rampante de sable. En el centro del jefe, escusón en losange con cuatro palos de gules en campo de oro. A derecha e izquierda de la punta, fuera del escudo, dos L mayúsculas, de oro. Bajo el escudo y fuera de él, una banda o fimbria de plata, con la leyenda Ibi Regii Patrimoniii, en gules. Timbrado de la corona real de España, cerrada, con ocho diademas de las que son visibles cinco.»
La villa de Ibi se encuentra a 755 metros de altitud sobre el nivel del mar (de acuerdo con los datos del SIGNA-Ministerio de Fomento),2 lo que la convierte en uno de los municipios más altos de toda la provincia. Ibi está situado en el extremo noroeste de los valles que configuran la Hoya de Castalla y al nordeste de la cuenca del río Monnegre, conocido también como Río Verde o de Castalla, concretamente al pie de las sierras Teixereta y de Biscoi.
Ibi no se constituye como una villa hasta el siglo XVII, fruto de un largo proceso histórico iniciado en la Edad Media con la conquista y repoblación cristiana. Pero antes de todo eso, el territorio fue ocupado por otras culturas y ya se le conocía como territorio independiente en el siglo IV.
Iglesia Parroquial de la Transfiguración.
Edificio de interés arquitectónico. Su construcción data de principios del siglo XII, destacan las torres ubicadas en los laterales, y la cúpula situada sobre el crucero, cubierta con teja azul. En su interior, alberga frescos del artista Joaquín Oliet, así como las tallas de El Salvador y la Virgen de los Desamparados.
Lavadero de Ibi de 1903, situado al lado del Molíno de Papel
Monumento a los Reyes Magos
El Teatro Río junto a la Ermita de San Vicente
Fiesta de los enharinados.
El 28 de diciembre se celebra la fiesta de "Los Enharinados" ("Els enfarinats"), en la que, a golpe de petardos y harina, los insurgentes consiguen rendir a la población bajo su mandato. El nuevo alcalde de los “Enfarinats” toma la vara de mando ficticio de manos del alcalde de la localidad. Tras la toma de posesión simbólica del nuevo Gobierno local de Els Enfarinats, el nuevo orden se impone en Ibi a golpe de escaramuzas y batallas de huevos, harina y cohetes borrachos. Hacia el mediodía, el absurdo y las excentricidades de este grupo de hombres ataviados con las más estrafalarias vestimentas, se extiende por todo el centro urbano de la localidad juguetera donde, por un solo día, campan a sus anchas, tendiendo emboscadas y enfrentándose a la oposición en una batalla épica, que se repite todos los años, y a la que están expuestos no solo los milicianos de los enharinados ('enfarinats'), sino también los viandantes que inocentemente cruzan los dominios de los golpistas. Los ciudadanos que se atreven a cruzar por la plaza de la Iglesia, cuartel general de los enfarinats, y osan incumplir sus disparatadas órdenes, acaban rebozados en harina y huevo. El centro urbano de Ibi se cubre de una gran nube blanca en la que apenas se puede vislumbrar a los protagonistas, que despliegan todos sus efectivos bélicos y toman la plaza de la Iglesia, último bastión en el que se decide la batalla con "cohetes borrachos". Al final de la "encarnizada" lucha, la oposición se doblega a los invasores, ante cuyo avance no tiene más remedio que replegarse en las escalinatas de la iglesia de la Transfiguración del Señor. El final de la batalla viene precedido por la anunciada derrota de la oposición que, finalmente, se rinde ante la superioridad de los "enharinados", sin que haya que lamentar bajas en ninguno de los dos bandos. Con la rendición de la oposición, llega el armisticio por el que se unen los dos bandos enfrentados y unidos, al fin, por una causa común: recaudar fondos para el asilo de ancianos San Joaquín de Ibi. La recaudación del "impuesto revolucionario" se realiza entre los establecimientos comerciales de la localidad. Por este motivo, según el alguacil de los "enharinados", "la gente paga las multas con mucho gusto". La jornada finalizará con la "danza", en las que participarán mujeres vestidas con lujosos trajes, hombres cubiertos con elegantes capas, y otros peculiares personajes conocidos como "los tapados", que van disfrazados de las formas más variopintas y cubiertos con capa y máscaras. La danza se iniciará tras recibir el permiso del alcalde de los enfarinats, en el último acto de su mandato, por la noche tiene lugar en el Pabellón del Polideportivo el "baile del Virrey" en el que se representan los bailes regionales y que tendrá un segundo acto también el día 30 de diciembre. Las fiestas de invierno de Ibi tienen muchos más protagonistas como son els fadrins, els casats y els amantats.
Están declaradas Fiestas de Interés Turístico Autonómico.
Moros y Cristianos.
Declaradas de Interés Turístico Provincial. Pasados 9 días del primer miércoles del mes de septiembre empiezan sus fiestas patronales de Moros y Cristianos en honor a la Virgen de los Desemparados. En estas fiestas la gente se viste de ropas simulando las tropas moras y las cristianas, se enfrentan siguiendo un guion, que se repite todos los años, en el que los cristianos, previa conquista mora del castillo de Ibi, reconquistan el pueblo.
Hay un total de 14 Comparsas, la mitad del Bando Cristiano (Almogávares, Cides, Contrabandistas, Guerreros, Maseros, Mozárabes, Caballeros Templarios) y la otra mitad del Bando Moro (Almorávides, Argelianos, Beduinos, Moros Chumberos, Mudéjares, Piratas, Tuareg). Cada Bando está encabezado por un Capitán. Cada Comparsa está representada por su Abanderada, cargo que cada año ostenta una mujer de forma voluntaria.
El acto más llamativo es la Entrada, desfilando los Cristianos por la mañana y los Moros por la tarde. Al día siguiente, sábado, se celebra un desfile infantil, una batalla de arcabucería, denominada "alardo" y una Embajada Mora tras la que los Moros se apoderan, simbólicamente, del Castillo de la Villa, por último la "Ofrenda Floral". El domingo, tras una guerrilla se celebra el "Juicio Sumarísimo y fusilamiento del moro traidor" acto organizado por la Comparsa de Moros Chumberos, ya por la tarde y tras un segundo alardo, se celebra una Embajada Cristiana y se recupera el Castillo.
A continuación, las personas que se quieren comprometer para ostentar cargos de Capitán o de Abanderada para el año siguiente, realizan la llamada "Vuelta al Castillo", donde comparsa tras comparsa irán dando la vuelta acompañados de toda la gente que participe con ellos el próximo año y la fiesta finaliza con una solemne Procesión en la que la imagen de la Virgen de los Desamparados recorre las calles de la Villa Juguetera.
-------------------------------------------
Edad Media
En los tiempos de la Reconquista, sería una o varias pequeñas alquerías. Merced a los pactos contraídos con el rey Jaime I de Aragón, Zayd Abu Zayd, antiguo rey almohade de Valencia y aliado del monarca aragonés, toma posesión de este territorio, el cual es cedido a su yerno Eiximén Pérez d'Arenós. Por medio de un canje pasarían a poder del rey. Durante el siglo XIV perteneció a los señores feudales de Cocentaina, Planes y otros, incluso a los mismos monarcas nuevamente, siendo el último de sus propietarios Mosén Francisco Pertussa, quien lo vendió a la vecina localidad de Jijona.
Edad Moderna
En el año 1578 es declarada Universidad por Felipe II y, unos años más tarde, en 1629, obtiene la emancipación definitiva al concedérsele la condición de Villa Real.
En el transcurso de la Guerra de Sucesión, los pueblos de la Hoya de Castilla, manifestaron su fidelidad al futuro rey Felipe V, lo que le valió a Ibi los títulos de Noble, Fiel y Leal. Además se le da el privilegio para que pueda añadir al escudo alguna señal de fidelidad; se colocó el perro.
Edad Contemporánea
Pozo de Nieve del Canyo, uno de los muchos neveros que existen en las sierras colindantes
Hasta el siglo XIX la principal fuente de ingresos había sido la agricultura de secano, a la que se unió la industria artesanal como la heladería y el comercio de la nieve. Fue durante esta época cuando se construyeron la mayor parte de los pozos de nieve, que hoy día perduran en las sierras aledañas a la localidad. Se trata de depósitos circulares construidos en la ladera de una montaña, sobre la cual se construía un muro de mampostería y el cual poseía una cubierta denominadas de falsa cúpula mediante hileras de piedras. Las puertas de estas construcciones solían ser de piedra de sillería, y tenían una barra de hierro o madera para colgar la carrucha. De esta última actividad derivaría la industria heladera que tuvo un rápido crecimiento, por toda la geografía nacional y gran parte del extranjero, a partir de finales del siglo XIX.
A partir de los años 40 y 50 Ibi comenzó a experimentar un gran crecimiento económico gracias a la expansión y auge del sector juguetero. Grandes fábricas como Payá o Rico contaban con plantillas de centenares de trabajadores que aceleraron el crecimiento de la localidad. Durante estas décadas el sector juguetero de Ibi, y de la Hoya de Castalla, gozaron de una gran actividad y el número de empresas jugueteras se multiplicó. Sin embargo, a partir de 1975 el sector comenzó a verse afectado por la apertura de España al exterior y la fuerte competitividad de otros mercados. De este modo, Juguetes Payá y Juguetes Rico cerraron sus puertas en el año 1984.
Tras este período de crisis, Ibi comenzó a abrirse hacia otros sectores, como la siderurgia, el tratamiento de plásticos y metales, envasado e industria auxiliar, entre otros. Gracias a esta diversificación, Ibi ha mantenido un crecimiento constante en su industria y actualmente posee el tercer polígono industrial más extenso de la provincia de Alicante, solo superado por los polígonos de Alicante y de Elche.
hermoso lugar muy pronto conoceré España saludos desde calivalle Colombia 🇨🇴
ResponderEliminar