CONSTRUCCIONES EN LA ROCA
La Villa. Declarada Bien de Interés Cultural. Las edificaciones que aparecen a continuación forman parte de este conjunto.
Castillo de San José. Fortaleza del siglo XI, creada por los musulmanes, se encuentra situada sobre la roca en la parte más elevada del municipio. Tuvo un papel muy importante a lo largo de la Edad Media y Moderna, gracias a su situación estratégica. Los terremotos de 1644 y 1748 y la voladura que sufrió en 1708 en la Guerra de Sucesión fueron los culpables de su destrucción.
Castillo de la Alcozaiba. Fortaleza del siglo XI, creada por los musulmanes, se encuentra situada en el dominio de la antigua Casa Orduña. En la actualidad, sólo queda una torre en ruinas.
Casa Orduña. Casa nobiliaria del siglo XVII situada entre la Iglesia Parroquial y el Castillo de la Alcozaiba. La Casa Orduña perteneció a la familia del mismo nombre, cuyos miembros fueron gobernadores y gentes de confianza de los Marqueses de Guadalest. En la edificación, puede contemplarse mobiliario y decoración del siglo XIX, lienzos del siglo XVIII y XIX y una interesante colección de cerámica.
Iglesia Parroquial. Dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Edificación del siglo XVIII de estilo barroco, atribuida a José Sierra.
Prisión. Edificación del siglo XII que se encuentra en los bajos del Ayuntamiento.
CASTILLO DEL REY
Torre de Guadalest
Pantano de Guadalest
La casa Orduña
Torre de Guadalest
Pantano de Guadalest
La casa Orduña
Escudo ibérico. En campo de azur, un castillo de oro, mazonado y aclarado de sable, acostado de dos llaves de plata puestas en palo; el castillo emerge de una montaña de su color, que descansa sobre olas de plata y azur. Al timbre, una corona real abierta.
El rey Jaime II de Aragón donó en feudo el castillo de Guadalest a Bernardo de Sarriá en 1293, momento en que empezó un período de 42 años durante el cual el castillo y toda la comarca llegaron a pertenecer a la familia Sarriá.
En 1335, el castillo pasó a la Corona, quien lo vendió al Infante Don Pedro; de éste pasó a su hijo, el primer Duque de Gandía, y a la muerte del último Duque Real de Gandía, a la familia Cardona. Los Cardona llegaron a ser Almirantes de Aragón; en 1543 Carlos I concedió a Sancho de Cardona para sí y sus sucesores perpetuamente el título de Marqueses de Guadalest. El marquesado incluía un gran número de poblaciones de toda la comarca.
El Castillo del Rey.
El pantano de Guadalest, visto desde la localidad.
Hasta la expulsión de los moriscos (1609) tuvo una abundante población islámica bajo el señorío de distintos nobles aragoneses.
El 22 de junio de 1644, se produjo un terremoto que destrozó el castillo; en diciembre del mismo año volvió a repetirse otro seísmo de gran intensidad.
El último Cardona, Marqués de Guadalest, murió sin descendencia en 1699 y esto provocó una serie de problemas que terminaron al recaer el marquesado en la persona del Marqués de Ariza.
Durante la época de los Cardona, hubo otra familia que adquirió gran relevancia, la de Orduña. La vinculación de los Orduña a Guadalest data del siglo XVI, pues fueron alcaides perpetuos desde 1669 y alcanzaron nobleza en 1756, al ingresar en la Orden de Santiago don Pedro Antonio Buenaventura de Orduña y García.
Durante la Guerra de Sucesión, en 1708, el Castillo de San José sufrió una voladura que afectó gravemente su ala oeste y la Casa Orduña fue incendiada.
Ya en el siglo XX, Guadalest sufrió una serie de cambios importantes: en 1953 se empezó a construir el embalse, que sería terminado en 1971.
En 1974, Guadalest fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Actualmente el Marquesado de Guadalest lo ostenta Roberto Luis Sánchez de Ocaña Chamorro.
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Guadalest, existente ya en época musulmana, fue conquistado por los cristianos a mediados del siglo XIII.El rey Jaime II de Aragón donó en feudo el castillo de Guadalest a Bernardo de Sarriá en 1293, momento en que empezó un período de 42 años durante el cual el castillo y toda la comarca llegaron a pertenecer a la familia Sarriá.
En 1335, el castillo pasó a la Corona, quien lo vendió al Infante Don Pedro; de éste pasó a su hijo, el primer Duque de Gandía, y a la muerte del último Duque Real de Gandía, a la familia Cardona. Los Cardona llegaron a ser Almirantes de Aragón; en 1543 Carlos I concedió a Sancho de Cardona para sí y sus sucesores perpetuamente el título de Marqueses de Guadalest. El marquesado incluía un gran número de poblaciones de toda la comarca.
El Castillo del Rey.
El pantano de Guadalest, visto desde la localidad.
Hasta la expulsión de los moriscos (1609) tuvo una abundante población islámica bajo el señorío de distintos nobles aragoneses.
El 22 de junio de 1644, se produjo un terremoto que destrozó el castillo; en diciembre del mismo año volvió a repetirse otro seísmo de gran intensidad.
El último Cardona, Marqués de Guadalest, murió sin descendencia en 1699 y esto provocó una serie de problemas que terminaron al recaer el marquesado en la persona del Marqués de Ariza.
Durante la época de los Cardona, hubo otra familia que adquirió gran relevancia, la de Orduña. La vinculación de los Orduña a Guadalest data del siglo XVI, pues fueron alcaides perpetuos desde 1669 y alcanzaron nobleza en 1756, al ingresar en la Orden de Santiago don Pedro Antonio Buenaventura de Orduña y García.
Durante la Guerra de Sucesión, en 1708, el Castillo de San José sufrió una voladura que afectó gravemente su ala oeste y la Casa Orduña fue incendiada.
Ya en el siglo XX, Guadalest sufrió una serie de cambios importantes: en 1953 se empezó a construir el embalse, que sería terminado en 1971.
En 1974, Guadalest fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.
Actualmente el Marquesado de Guadalest lo ostenta Roberto Luis Sánchez de Ocaña Chamorro.
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