domingo, 2 de abril de 2023

GUADALEST (ALICANTE) Comunidad valenciana

CONSTRUCCIONES EN LA ROCA
La Villa. Declarada Bien de Interés Cultural. Las edificaciones que aparecen a continuación forman parte de este conjunto.
Castillo de San José. Fortaleza del siglo XI, creada por los musulmanes, se encuentra situada sobre la roca en la parte más elevada del municipio. Tuvo un papel muy importante a lo largo de la Edad Media y Moderna, gracias a su situación estratégica. Los terremotos de 1644 y 1748 y la voladura que sufrió en 1708 en la Guerra de Sucesión fueron los culpables de su destrucción.
Castillo de la Alcozaiba. Fortaleza del siglo XI, creada por los musulmanes, se encuentra situada en el dominio de la antigua Casa Orduña. En la actualidad, sólo queda una torre en ruinas.
Casa Orduña. Casa nobiliaria del siglo XVII situada entre la Iglesia Parroquial y el Castillo de la Alcozaiba. La Casa Orduña perteneció a la familia del mismo nombre, cuyos miembros fueron gobernadores y gentes de confianza de los Marqueses de Guadalest. En la edificación, puede contemplarse mobiliario y decoración del siglo XIX, lienzos del siglo XVIII y XIX y una interesante colección de cerámica.
Iglesia Parroquial. Dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Edificación del siglo XVIII de estilo barroco, atribuida a José Sierra.
Prisión. Edificación del siglo XII que se encuentra en los bajos del Ayuntamiento.


CASTILLO DEL REY

Torre de Guadalest

Pantano de Guadalest


La casa Orduña

Escudo ibérico. En campo de azur, un castillo de oro, mazonado y aclarado de sable, acostado de dos llaves de plata puestas en palo; el castillo emerge de una montaña de su color, que descansa sobre olas de plata y azur. Al timbre, una corona real abierta.
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Guadalest, existente ya en época musulmana, fue conquistado por los cristianos a mediados del siglo XIII.

El rey Jaime II de Aragón donó en feudo el castillo de Guadalest a Bernardo de Sarriá en 1293, momento en que empezó un período de 42 años durante el cual el castillo y toda la comarca llegaron a pertenecer a la familia Sarriá.

En 1335, el castillo pasó a la Corona, quien lo vendió al Infante Don Pedro; de éste pasó a su hijo, el primer Duque de Gandía, y a la muerte del último Duque Real de Gandía, a la familia Cardona. Los Cardona llegaron a ser Almirantes de Aragón; en 1543 Carlos I concedió a Sancho de Cardona para sí y sus sucesores perpetuamente el título de Marqueses de Guadalest. El marquesado incluía un gran número de poblaciones de toda la comarca.


El Castillo del Rey.

El pantano de Guadalest, visto desde la localidad.
Hasta la expulsión de los moriscos (1609) tuvo una abundante población islámica bajo el señorío de distintos nobles aragoneses.

El 22 de junio de 1644, se produjo un terremoto que destrozó el castillo; en diciembre del mismo año volvió a repetirse otro seísmo de gran intensidad.

El último Cardona, Marqués de Guadalest, murió sin descendencia en 1699 y esto provocó una serie de problemas que terminaron al recaer el marquesado en la persona del Marqués de Ariza.

Durante la época de los Cardona, hubo otra familia que adquirió gran relevancia, la de Orduña. La vinculación de los Orduña a Guadalest data del siglo XVI, pues fueron alcaides perpetuos desde 1669 y alcanzaron nobleza en 1756, al ingresar en la Orden de Santiago don Pedro Antonio Buenaventura de Orduña y García.

Durante la Guerra de Sucesión, en 1708, el Castillo de San José sufrió una voladura que afectó gravemente su ala oeste y la Casa Orduña fue incendiada.

Ya en el siglo XX, Guadalest sufrió una serie de cambios importantes: en 1953 se empezó a construir el embalse, que sería terminado en 1971.

En 1974, Guadalest fue declarado Conjunto Histórico-Artístico.


Actualmente el Marquesado de Guadalest lo ostenta Roberto Luis Sánchez de Ocaña Chamorro.

PEÑISCOLA (CASTELLÓN) Comunidad valenciana

 


PEÑISCOLA. Esta localidad castellonense puede presumir de tener el castillo más filmado de España. Su baluarte templario abriga un casco histórico armonioso admirado desde sus playas. El papa Luna ha sido el inquilino más famoso del castillo. A Peñíscola hay que reconocerle ese empeño por frenar la explotación de sus costas, siendo hoy por hoy uno de esos destinos preferidos para los que quieren rayos de sol y tranquilidad.











«Escudo cuadrilongo de punta redonda. En campo de azur, un castillo de oro con tres homenajes, mazonado y aclarado de gules, sobre una peña de su color y olas de azur y plata, acompañado de dos flores de lis de oro. Al timbre, corona real abierta».
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Son abundantes los vestigios arqueológicos hallados en las cercanías del tómbolo, en los yacimientos de Poaig y Els Barrancs, que confirman el poblamiento de la zona por algún pueblo ibérico (ilercavones), así como la relación entre estos y los mercaderes fenicios que llegaron por mar (s. vii a. C.-s. vi a. C.). En Peñíscola se asentaron, probablemente, los fenicios procedentes de Tiro y poco después los griegos de Zacinto. Más tarde llegarían por mar cartagineses, romanos, bizantinos y árabes 
Situada al norte de la provincia de Castellón, en la comarca del bajo Maestrazgo: Peñíscola es una de esas ciudades privilegiadas que, conservan parte de la magia de tiempos pasados en cada uno de los rincones y plazas de su casco antiguo.
Un casco antiguo único emplazado sobre un tómbolo que se adentra en el mar; de callejuelas pavimentadas con canto rodado, con plazas de un claro y pausado sabor mediterráneo, casas encaladas de blanco, ermitas dedicadas a vírgenes, y murallas que, han protegido y visto pasar a personajes ilustres como Jaime I , El Papa Luna, Felipe V, y mas recientemente a otros como Alfonso XIII, Sofía Loren y Pepe Isbert : transportan al visitante a un universo en el que cada piedra de su conjunto, late historia y cultura para disfrutar en cualquier momento tumbado en alguna de sus murallas sobre el mar. .
Mas de 2500 años de historia, han creado un sugerente galería de leyendas, tradiciones, edificios y hechos históricos, que nos invitan a sumergirnos, mas como viajeros que como turistas, en la búsqueda de los orígenes y leyendas de esta ciudad declarada conjunto histórico-artístico en 1972. Buena prueba de ello son sus fiestas patronales, su castillo templario, haber sido una de las tres sedes papales de la Cristiandad junto a Roma y Avignon y, la leyenda que dice que fue aquí donde Anibal, tras su paso por Sagunto, juró odio eterno a los romanos.
Su fuerte condición estratégica en el comercio y la guerra, su inexpugnabilidad topográfica, la afluencia de manantiales de agua dulce dentro y alrededor del tómbolo, así como las benignas condiciones climatológicas, permitieron el asentamiento desde tiempos antiguos en el mismo y sus inmediaciones.
Tras alguno de los paseos guiados que el mismo Patronato de Turismo ofrece de manera gratuita, seguramente, el visitante, mirará con nuevos ojos una población que, desde iberos, fenicios, griegos, romanos, cartagineses, árabes, órdenes religioso militares, cismas de hombres religiosos, mas tarde hombres del renacimiento, ilustrados, y carlistas: se ha ido configurando en lo que hoy conocemos como Peñíscola.
De la Chersonesos griega, referente escrito mas antiguo sobre el nombre de la ciudad del S IV a.c , y cuyo significado se traduce como península ; a la traducción latina del nombre griego que deriva en " pene+iscola" y cuyo significado resultaría de la "casi isla": llegamos al nombre actual de Peñíscola.
Los 500 años de dominación musulmana convirtieron a "Banaskula " nombre referencial árabe para Peñiscola, en un importante puerto, que, con la reconquista cristiana aumentó. Unos restos de puerto antiguo que podrán encontrar en la zona de la Porteta.
Desde 1294 a 1307 se construyó el castillo, bajo la presencia en la ciudad de la todopoderosa orden del temple, sobre los restos de la antigua alcazaba árabe. Un castillo inacabado e interrumpido debido a la abolición de la propia orden por Clemente V, artífice, junto con el rey de Francia, de los orígenes del inicio del Cisma de Occidente .
Mas tarde fue Felipe II quien acondicionó las murallas frente a la piratería en nuestras costas levantinas. La Torre de la Badum , torre vigía enclavada en pleno parque natural de la sierra de Irta, es otro vestigio del paso de la época imperial por estas tierras. Hoy en día, todavía se conserva su escudo de 1571.
Con la guerra de Sucesión, la de Independencia y las guerras Carlistas, llegamos a 1890, año en que Peñiscola pierde su importancia militar, ya que su arsenal es desmantelado y trasladado a Cartagena.
A partir de aquí, con la llegada del turismo en los 60 y con su alto componente histórico-artístico, y en una efervescencia continua: Peñíscola ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos ofreciendo una oferta amplia, heterogénea y de calidad; convirtiéndose en uno de los referentes turísticos mas preciados por sus extensos valores culturales, históricos, medioambientales y paisajísticos.
Hoy, al pasear por sus calles, sentirá el abrigo de la fortaleza y comprenderá, cuando se encuentre en lo más alto del castillo, que hizo a personajes tan ilustres sentirse tan protegidos entre sus muros.

sábado, 1 de abril de 2023

ALTEA (ALICANTE) Comunidad valenciana


Esta localidad alicantina se ha convertido en todo un emblema en la Costa Blanca. Un viejo pueblo de pescadores de casas blancas, encaladas, con flores en sus muros y calles laberínticas. 


calle del casco antiguo


Casco antiguo, con la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo al fondo.







ESCUDO DE ALTEA

En campo de oro cuatro palos de gules; y sobre el todo, un àguila esplayada de sable, coronada d'e oro  y gules, y picada, lenguada y armada de gules.


ALTEA 
 Del bello mar latino en la ribera, 
un pueblo se levanta 
 mi hermosa Altea ; 
 de enhiesta forma
 al cielo se encarama
 las nubes toca . 
 Montoncito es de casas 
 junto a la iglesia
 como están los polluelos 
 junto a la llueca , 
 orlando el templo 
que el Cristo del Sagrario 
 convirtió en cielo. 
Cerca al pueblo un paisaje 
 que se engalana 
con la policromía de unas montañas 
que hasta el mar llegan ; 
hasta el mar cuyas olas a Altea besan . 
Y cuando el sol emerge 
 de entre las aguas 
y al cielo va ascendiendo 
 cual ostia santa, 
 su luz primera nacarada y brillante , 
 se la da a Altea . . . . . . . . . . . . . . . . . 
Montoncito de casas donde he nacido , 
donde el ave de mi vida hizo su nido . 
 ¡ Altea amada tú me diste la vida 
 te doy yo el alma ! 

 Altea 1961

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El nombre de Altea podría provenir del griego Althaia, que significa “yo curo”, o bien de la palabra árabe aṭṭaláya (atalaya) que da lugar en valenciano a la palabra Talaia. Se han encontrado vestigios en el término de íberos, romanos y musulmanes.

Durante la última fase del dominio musulmán, Altea perteneció a la taifa de Denia. Fue conquistada en 1244 por Jaime I de Aragón obteniendo carta puebla en 1279, otorgada por el rey Pedro III de Aragón.

Se desarrolló un proyecto medieval de repoblación sin mucho éxito denominado Bellaguarda, tras varios despoblamientos a lo largo del siglo XIV y siglo XV el nuevo pueblo de Altea, ya en su asentamiento actual, obtendría una nueva carta puebla en 1617.

En 1705 desembarcó en la bahía de Altea la escuadra angloholandesa que apoyaba al Archiduque Carlos de Austria, encabezada por el general valenciano Juan Bautista Basset, en el marco de la guerra de Sucesión, lo que favoreció la toma posterior por los austracistas de Denia y de Valencia. Este hecho hizo que el Archiduque Carlos de Austria, otorgara el coronamiento del águila bicéfala del escudo de la villa, en señal de gratitud.

El siglo XVIII marcó un auge agrícola, pesquero, comercial y demográfico, acabándose el siglo con 5.000 habitantes. Durante el siglo XIX la vida oficial y comercial se trasladó hacia el núcleo urbano próximo al mar.


MORELLA (CASTELLÓN) Comunidad valenciana

 Vista panorámica de la localidad desde el castillo.

Vista panorámica de la localidad desde el castillo

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Vista panorámica de Morella

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Morella. Pueblo con encanto

Torre de San Miquel, Morella

Torres y Muralla de Morella (Castillo)




Ayuntamiento de Morella 


CONVENTO DE SANT FRANCESC

Convento de San Francesc


IGLESIA ARCIPRESTAL SANTA MARÍA LA MAYOR, Morella

Iglesia Arciprestal Santa María La Mayor


Castillo de Morella

El enclave geográfico de Morella ha sido clave en el transcurso de los siglos y los hechos históricos. Ciudad de paso, cruce de caminos, entre el Valle del Ebro y el Mediterráneo, enlazando Cataluña, Aragón y Valencia, Morella ha sido testigo de importantes episodios para todas las civilizaciones que aquí han habitado. Desde la Prehistoria, tiempos del Neolítico, de la Edad del Bronce, íberos, romanos, musulmanes, judíos, cristianos... todos vieron en este lugar una fortaleza inexpugnable. La forma caprichosa de la ciudad, su castillo y murallas han sido escenario del paso de figuras como Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid Campeador, que libró dos batallas en este comarca al servicio del rey musulmán de Zaragoza en el siglo XI.

Castillo de Morella

Castillo de Morella 


De oro, cuatro palos de gules, resaltando el todo un castillo de plata, abierto, ocho moras de púrpura en orla, cargadas sobre los palos. Al timbre, corona real abierta.


ESCUDO ANTIGUO
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Morella se encuentra en un lugar de paso tradicional entre el valle del Ebro y la costa mediterránea, lo que ha favorecido el asentamiento humano ya desde la antigüedad. Hay documentados restos de cazadores-recolectores del epipaleolítico geométrico. Nos han quedado abundantes restos del arte de esta época, como los grabados y las pinturas rupestres de Morella la Vieja, declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO.

En el castillo se encuentran elementos tecnológicos del neolítico. Algunos monumentos funerarios delatan la existencia de grupos humanos con una economía productora y un hábitat estable, en las áreas más fértiles del territorio. Las excavaciones arqueológicas han permitido encontrar numerosos restos de la edad del Bronce, especialmente en muelas de fácil defensa. El hábitat perdura en el tiempo y en muchos de estos yacimientos hay también restos cerámicos de época íbera. Algunos de estos asentamientos perdurarán hasta época romana, con el centro administrativo del territorio en la ciudad de Lesera, en el término del Forcall.
Época musulmana

Es durante esta época(714 -1231) que el castillo comenzaría a adquirir una mayor importancia, como centro de un extenso territorio que, aproximadamente, sería la actual comarca de Els Ports. De este período se pueden destacar las dos batallas que Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, libró en el área de Morella cuando estaba al servicio del rey musulmán de Zaragoza, a finales del s. XI, una contra el rey musulmán de Lérida y el otra contra el conde cristiano de Barcelona. También hay referencias a una efímera conquista cristiana de Alfonso el Batallador a principios del siglo XII.
Morella pasó a manos cristianas la segunda quincena de octubre de 1231, según se desprende del análisis de la documentación existente, aunque la fecha tradicional es la del 7 de enero de 1232, fiesta de San Julián según el santoral antiguo, que es uno de los patronos de la ciudad y fiesta local. Esta fecha seguramente es la de la dedicatio de la iglesia, de una manera similar a Valencia que se rindió a Jaime I doce días antes del9 de octubre, que es la fecha marcada en rojo en los calendarios.

Esta diferencia de dos meses podría responder a las duras negociaciones entre el noble aragonés Blasco de Alagón y el rey Jaime I sobre la posesión de Morella. Don Blasco había recibido la promesa del rey de quedarse con todo lo que pudiere conquistar, pero el rey, que se encontraba en Villarroya de los Pinares preparando la conquista del reino de Valencia, corrió a Morella a decirle a su Mayordomo que Morella no es lugar para ningún hombre del mundo, sinó para un rey, porque valía tanto como un condado con sus pertenencias. Después de duras negociaciones en les Roquetes del Puig del Rei acuerdan que Morella será del noble aragonés sólo hasta su muerte y que, entretanto, el rey se reserva la torre Celoquia, la más alta del castillo, como señal de soberanía. Pero don Blasco no debía quedar muy convencido y unos años más tarde emprendió una guerra privada contra Jaime I, en la que resultó muerto.
Hay dos puntos importantes para poder comprender en toda su magnitud la importancia histórica de Morella. Por una parte, Morella está situada en el centro geográfico de los estados peninsulares de la Corona de Aragón, en la frontera entre Cataluña, Aragón y Valencia, y bastante cerca de Mallorca. Por otra parte, Morella siempre será del rey, a partir de 1250, pero todas las comarcas vecinas son de las poderosas órdenes militares (hospitalarios, templarios, calatravos, montesanos…) y es el único lugar de realengo en muchos kilómetros a la redonda.

Hasta finales de la década de 1270 Morella estaba incluida en Aragón pero desde entonces forma parte del Reino de Valencia. De hecho, las de 1261 son las únicas Cortes Valencianas en toda la historia en las que Morella no está presente. En las Cortes, Morella ocupa siempre el lugar protocolario de primera villa del reino y sólo le preceden las ciudades, primero Valencia y Xàtiva, y más tarde Orihuela y Alicante.

Por contribución a las arcas reales era la segunda o tercera localidad del reino, aunque para entender la importancia de Morella hay que tener en cuenta que el término general de Morella incluía una treintena de localidades de la actual comarca de Els Ports, cada una con diferentes grados de autonomía. Esta compleja organización municipal estaba regulada por los fueros, sentencias y concordias reales y variaba desde la práctica independencia de Olocau, pasando por la autonomía de las otras aldeas, hasta la casi completa carencia de personalidad jurídica de las calles y lugares.

Se trata de una sociedad urbana con una amplia representación gremial: orfebres, plateros, escultores, tejedores… En aquellos tiempos podemos encontrar comerciantes morellanos en la Atenas dominada por los almogávares o una expedición marítima del Baile de Morella para conquistar el norte de África en 1510. También había una pequeña comunidad judía que tenía los mismos derechos que los de la ciudad de Valencia, por concesión de Jaime I en 1264.
En este núcleo comercial lleno de vida que comerciaba lana con Italia, se escondía el último anciano cátaro, Guilhem Belibasta, que había huido de la Inquisición de Occitania y vivió en Morella trabajando de cestero, dirigiendo una comunidad de fieles que alcanzaba lugares tan distantes como San Mateo, Beceite y Lérida, a los que visitaba con la excusa de comprar y vender género o aprovechando los movimientos de ganado, que recorrían las rutas trashumantes que aún se usan hoy en día.

Con la excusa de que había una persona muy enferma que necesitaba su asistencia espiritual, le engañaron para que regresara a los Pirineos, donde le detuvieron. Murió en la hoguera en 1321.

Francesc de Vinatea

Un de los personajes más importantes de aquella época fue el morellano Francesc de Vinatea, miembro de una familia de señores feudales de la Todolella, que en el s. XIV se enfrentó al rey Alfonso el Benigno en nombre de las principales villas y ciudades del reino, para oponerse a la pretensión de la segunda esposa del rey, Leonor de Castilla, de ceder en feudo a su hijo Fernando las principales localidades de la corona, con lo que peligraba incluso la integridad del Reino. La reina dijo que su hermano, el rey castellano, haría cortar la cabeza de un súbdito tan insolente. Pero el rey dijo: Reina, reina! Nuestro pueblo es franco y no es así subyugado como está el pueblo de Castilla. Pues ellos tienen a Nos como señor y Nos a ellos como buenos vasallos y compañeros…
En 1410 Martín el Humano murió sin descendencia y se decidió que su sucesor lo elegirían nueve compromisarios, uno de los cuales fue el morellano Domingo Ram, que en 1412, cuando eligieron a Fernando de Antequera, era obispo de Huesca. El rey le premió por haber favorecido su acceso a la corona y llegó a ser virrey de Sicilia. También tuvo diferentes cargos eclesiásticos hasta llegar al cardenalato. Cuando era obispo de Lérida presidió la Generalitat de Cataluña.

En 1414 se reunieron en nuestra ciudad el papa Luna (Benedicto XIII), el rey Fernando I y fray Vicente Ferrer, que unas décadas después sería canonizado. El motivo era acabar con el Cisma de Occidente, en el que llegó a haber hasta tres Papas diferentes. Los parlamentos duraron cincuenta días sin resultados. El rey y San Vicente Ferrer, en un sermón en Perpiñán, se apartaron de la obediencia del aragonés, que se quedó aislado en Peñíscola hasta la muerte.
Durante la Germania las autoridades morellanas permanecieron fieles al emperador Carlos I y lucharon contra los hermanamientos, aportando tropas y acogiendo las primeras autoridades en los momentos más delicados. Es la primera vez que se encuentran referencias de la existencia de una Senyera de la vila, que las crónicas describen de color rojo, con el escudo de Morella al centro.

El 1691 el rey Carlos II el Embrujado concedió la independencia municipal a nueve de las aldeas de los Términos Generales y Ports de Morella, a cambio de un donativo por aliviar el déficit de las finanzas de la monarquía.
La Guerra de Sucesión

Batalla d'Almansa, 1707. Quadre de Buenaventura Ligli de 1709. Corts Valencianes
Batalla de Almansa, 1707. Cuadro de Buenaventura Ligli de 1709. Cortes Valencianas

Durante la guerra de Sucesión, las autoridades morellanas permanecieron en el bando botifler, excepto dos ocupaciones mauletes, una más larga antes de la batalla de Almansa (1706-1707) y una más corta en las Navidades de 1710-1711, que se saldó con la destrucción del barrio de Sant Miquel. Después de las bombas felipistas, Morella alcanzó el mínimo histórico de población, con solo 1800 habitantes pero, sorprendentemente, aquella Morella debilitada no solo reconstruyó la ciudad, sino que se permitió el lujo de encargarle a Francesc Turull el órgano (1719) de la iglesia arciprestal, templo que el 1700 se había agregado a la Basílica de Sant Joan del Laterà.

El decreto de Nova Planta derogó la existencia del Reino de Valencia y pasó a cumplir las leyes de Castella. En la nueva organización política, Morella pasó a ser la capital de un corregimiento que llegaba hasta El Toro, cerca de Segorbe. La nueva obligación legal de escribir en castellano empezó a aplicarse unos años despues, pero la mayoría de cofradías se resistieron a cambiar de lengua a los actos hasta 1721, que es cuando se introduce del todo el papel sellado.
Las guerras carlistas
Uno de los episodios más decisivos de la historia de Morella es la primera guerra carlista. El gobernador de Morella y el barón de Herbers proclamaron rey Carlos V de Borbón el noviembre de 1833 pero el pronunciamiento no duró demasiado. Más tarde, pero, y durante un periodo de dos años (1838-40), resistió un pequeño estado independiente bajo la autoridad del general Ramón Cabrera.

La guerra del Groc aquí y la de los Matiners en Cataluña hicieron temer a las autoridades isabelinas la reproducción del conflicto bélico y por eso reformaron la organización militar de la zona, primero cruzando una Comandancia General del Maestrazgo (1849-1871) que alcanzaba territorios de Cataluña, Aragón y Valencia, con capital en Morella y origen de una cierta confusión sobre cuales son las comarcas de la zona. Más tarde se ensayó una provincia militar de Castellón con capital en Morella (1871-1879) que abarcaba la provincia civil de Castellón y el trozo de la de Tarragona al sur del Ebro y que, una vez acabada la tercera guerra carlista creaba más inconvenientes de los que solucionaba, hecho por el que la provincia militar se ajustó de nuevo a los límites civiles.

Dos reyes y dos repúblicas

La carretera general llegó a Hostal Nou pronto, el 1857, y diez años más tarde se hizo la entrada a la ciudad por el portal de Sant Mateu, pero la sangría de las guerras impidió traer el ferrocarril, y eso provocó que Morella pasara de una posición central a una situación periférica, cosa que perjudicó su industria textil hasta el punto que Joan Fuster habla de la desindustrialización de Morella.

El siguiente día de 1874 se proclamó rey Alfons XII en Sagunt, y poco tiempo después (1878) se concedió a Morella el título de ciudad por sus méritos liberales a la tercera guerra carlista. En el cambio de siglo Morella alcanza el máximo de población, con 7335 habitantes, pero ya en aquellos años mucha gente emigra al textil
El año 1926 el abogado Ferran Valls i Taberner fue desterrado con el resto de la junta del Colegio de Abogados de Barcelona por negarse a hacer la Guía Judicial en castellano, tal y como le exigía el gobernador civil, y no en lengua catalana como habían acordado la mayoría de colegiados. Según el historiador y su amigo Ferran Soldevila, cuan do la autoridad le comunicó el destierro, contestó «¿A Morella, dice usted? Gracias, muchísimas gracias. Morella, archivo importante». Otro amigo suyo, Nicolau d’Olwer, le escribía: Estic content que, mal que mal, t’hagi tocat un poble simpàtic i amb bon arxiu, que et permetrà d’aprofitar les hores». I efectivamente, le debemos un trabajo sobre el Lligallo, la institución medieval que regulaba las relaciones ramaderas a la nuestra área.

Pero el hecho más importante de la dictadura de Primo de Rivera es que cerró definitivamente la fábrica de Giner. Se trataba de una colonia textil, del estilo de las de los rios Llobregat o Ter, que daba trabajo a centenares de personas. Cinco años después, el gobierno provisional de la segunda república dio la primera protección legal de nuestro patrimonio cultural el año 1931, declarando monumentos algunos elementos como la iglesia, las murallas y el castillo.

Guerra civil y dictadura
En la guerra civil nuestra ciudad quedó al bando leal y las tropas franquistas llegaron a Morella el 4 de abril de 1938, camino de la Mediterránea, con la intención de partir en dos el territorio republicano, cosa que consiguieron once días más tarde entre les Cases y Vinaroz.

Nuestra comarca fue una de las zones del estado con mayor presencia de la guerrilla antifranquista, que aguantó a nuestras montañas hasta 1956. La lucha hizo la vida imposible a la gente de las masías, atrapados entre los Maquis y la Guardia Civil. Para organizar mejor la lucha contraguerrillera, el general Pizarro creó una nueva división, el Sector Interprovincial de Morella, que ha estado cualificado de «forat negre» por algunos historiadores por la dureza de la represión.

En los años 60 y 70 se produce la siguiente gran oleada migratoria y el declive definitivo de la ciudad, que incluso perderá el partido judicial en el año 1969. El año 1965 se declaró todo el recinto amurallado, Conjunto Histórico-Artístico.

La Transición

Poco después de asumir la corona, los reyes Juan Carlos I y Sofia visitaron la ciudad retomando la histórica vinculación de la monarquía con la ciudad.
Por la importancia simbólica de Morella para el pueblo valenciano, el proceso autonómico valenciano se inició oficialmente en nuestra ciudad, y se presentó un proyecto de estatuto de autonomía conocido como el Estatut de Morella, donde de reconocía la denominación de País Valencià i la señera sin azul, que al remate no va prosperar. También Josep Tarradellas, el presidente de la Generalitat de Catalunya, visitó a menudo nuestra ciudad y hizo unas enigmáticas declaraciones sobre un golpe de timón, que algunos relacionaron con el 23-F.

En la actualidad, el despoblamiento que ha sufrido la ciudad durante todo el siglo XX se ha visto compensado el siguiente sexenio por la inmigración del este y no se sabe hacia donde nos llevará el siglo XXI, pero eso ya no es materia de estudio de los historiadores.

ALCOY (ALICANTE) Comunidad valenciana

 

Vista parcial de Alcoy desde la Sierra de Mariola

Castillo de Barchell
Declarado Bien de Interés Cultural. Algunas fuentes indican que es de origen musulmán y que probablemente fue construido hacia el siglo XII. Tras su conquista habría sido donado en 1248 por Jaime I a los escuderos Fortunio Pérez de Falces y Fortunio Garcés Citina. Aunque el primer registro es del año 1321 donde Guillem Blanc fue alcaide de este castillo. Se caracteriza por una torre señorial (de forma rectangular y situada en el ángulo noreste) y un patio de armas con aljibe. El castillo servía de refugio a las familias de mudéjares de Barchell y Chirillent y su ganado, durante una época que se caracterizó por frecuentes incursiones granadinas y castellanas. A mediados del siglo XV fue comprado por los jurados de Alcoy. Durante el siglo XVIII se convirtió en una masía (Más del Castell). Actualmente es de propiedad privada y se encuentra en proceso de rehabilitación.

Torre Na Valora

Casa del Pavo
Es un edificio privado de estilo modernista. Se considera un símbolo de la bienestar económico que Alcoy tuvo a principios del siglo XX. Este edificio fue construido entre 1908-1909 por el arquitecto Vicente Pascual Pastor y se convirtió en estudio de pintura de Fernando Cabrera Cantó. Se denomina la Casa del Pavo por el pavo que remata el dintel de su puerta. Destaca también por el trabajo en forja de sus miradores y balcones, así como por los pomos de fundición y el remate en mosaico.

Calle País Valencià con iluminación para l'enrramà


Museo Arqueológico del S.XVI.

Escuela Politécnica Superior

Iglesia de San Mauro
Puente de las siete lunas

Puente de María Cristina

Viaducto de Canalejas

Puente de San Jorge

Puente de Fernando Reig

Viaducto ferroviario del Barxell

Puente Huerta Mayor del Huerto de Llácer o Palomino. del siglo XVIII

Puente de Francisco Aura Boronat sobre el río Serpis

Barranc del Cint, perteneciente a la Sierra Mariola


Escut d'Alcoi.svg
Escut d'Alcoi, l'Alcoià (País Valencià): Escut ovalat. Sobre un grup de muntanyes del seu color, dues torres unides per un llenç de muralla, també del seu color, maçonades i aclarides de sable, que porten a sobre dues banderes d'Espanya carregades amb el lema Fides. Sobre la muralla una creu plana de gules, i a sobre dues ales entre les quals trobem un escussó losanjat d'or amb quatre pals de gules, timbrat de corona reial oberta. Al peu de les torres, dos rius que s'uneixen a la punta de l'escut.


Escudo de Alcoy, el Alcoyano (Valencia): Escudo ovalado. Sobre un grupo de montañas de su color, dos torres unidas por un lienzo de muralla, también de su color, mazonadas y aclaradas de sable, que llevan encima dos banderas de España cargadas con el lema Fides. Sobre la muralla una cruz plana de gules, y encima dos alas entre las que encontramos un escusón losanjado de oro con cuatro palos de gules, timbrado de corona real abierta. Al pie de las torres, dos ríos que se unen a la punta del escudo.


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El documento más antiguo que hace referencia al topónimo Alcoy es el Llibre del Repartiment de Valencia de 1248, que llama al Alchoy al actual río Serpis: "Inter rivum de Alchoy et rivum de Colzentaina"

En las proximidades de la Sarga existen unos abrigos con pinturas rupestres prehistóricas en los que se observan escenas de caza, recolección, además de motivos figurativos del llamado Arte Levantino (10.000-6.500 años antes del presente) y esquemáticos, del conocido con el nombre de Arte Esquemático y su variante local Arte Macroesquemático que completan la secuencia pictórica postpaleolítica del mediterráneo peninsular (10.000-1.500 a. C.). Otros restos de época Neolítica y de la Edad de los Metales, atestiguan la ocupación prehistórica del término municipal.

Hacia el 3000-2500 a. C. se desarrolla el período eneolítico. En este momento, las cuevas dejan de ser los lugares de ocupación principal para dar paso a la generalización del hábitat en las llanuras. Las cuevas presentan ocupaciones más breves y son utilizadas en muchos casos como corrales y otras como lugares de enterramiento colectivo durante el tercer milenio. Entre estos destacan las de Les llometes y la cueva de la pastora.


Respecto a la ocupación del territorio, se establecen poblados fortificados en las cimas de las montañas, como: la Mola alta de Serelles, el Más del Corral, el Más de Menente, y el Puig, que desarrollaron economías cerealistas evidenciadas por la abundancia de dientes de sílex y molinos de mano.

La villa es conquistada por Jaime I de Aragón, que le concede carta puebla en 1256. Se desarrolla desde entonces el núcleo urbano cristiano. Nace con la construcción de un castillo (Alcázar) situado en el enclave estratégico del nacimiento del río Serpis, en la confluencia de los riachuelos del Benisaidó y del Molinar, zona de la ciudad conocida actualmente como Algezares.

Fue fruto del afán de colonizar y asegurar la frontera meridional del Reino de Valencia, después de la Reconquista cristiana llevada a término por Jaime I de Aragón. Inicialmente, en 1238, Jaime I somete pacíficamente, mediante tratados, los territorios árabes de Valencia, su huerta y los de "más allá del Júcar" (mès en llá del Xúquer), entre los que estaban las tierras de los Valles de Alcoy y los Valles de Alcalá, Zeta y Travadell.

Sin embargo, no todos los señores árabes estaban de acuerdo con este sometimiento y hacia 1248-1258 se inicia una primera revuelta de Al-Azraq, señor de "la Vall d'Alcalà", contra la dominación de Jaime I. Hay indicios de una primera derrota de este caudillo frente a las huestes cristianas en la batalla de "Penya Cadiella", probablemente en la zona de la Sierra de Benicadell, en la actual divisoria de las Provincias de Alicante y Valencia, a unos 20 km de Alcoy. Puede que la destrucción de "El Castellar", castillo o fortaleza árabe cuyos deteriorados restos se encuentran en el límite oeste de la ciudad de Alcoy se produjese también en estas fechas.


Torre N'Aiça (s. XIV), arco de San Roque (s. XVIII), Torre-portal de Riquer y restos reconstruidos de la muralla (s. XIV).
A consecuencia de estas primeras revueltas, el Rey Jaime I manda construir una serie de castillos cristianos en la entonces línea fronteriza sur de su Reyno de Valencia, situados en enclaves estratégicos, que dieron lugar a poblaciones nuevas, en las que estaban prohibidas "las morerías": Alcoy, Sax…

Las últimas revueltas del caudillo árabe Al-Azraq, en el 1276, fueron finalmente sometidas (muriendo el propio Al-Azraq cuando se encontraba sitiando Alcoy) y determinaron el asentamiento definitivo del poder cristiano sobre la actual provincia de Alicante.

En 1291 el rey Jaime II de Aragón hizo donación de la villa al almirante Roger de Lauria, no volviendo la villa al poder de los reyes hasta 1430. En este año, a consecuencia de la sublevación del entonces señor de Alcoy, Federico de Aragón, Conde de Luna, la villa pasó a poder real, y desde 1447 el rey Alfonso el Magnánimo le confirmó el privilegio de tener representación en las Cortes valencianas.

Durante la Guerra de Sucesión (1705-1707) los alcoyanos defendieron la causa del archiduque Carlos, por lo cual la villa estuvo sitiada y padeció ataques, la abolición de privilegios locales, multas, etc. Todo este conjunto de factores provocaron que la población menguara de forma considerable. No obstante, años más tarde, el rey Felipe V concedió a la villa la supresión de los gravámenes y otorgaría privilegios a la Real Fábrica de Paños de Alcoy.

Bien entrado el siglo XIX comenzó un fuerte desarrollo industrial que provocó importantes movimientos obreros. En 1821 se produjo en Alcoy el primer episodio ludita documentado en la historia de España.7​ En 1844 la villa recibió el título de leal ciudad, otorgado por la reina Isabel II, por su lealtad durante la Primera Guerra Carlista.

La ciudad protagonizó un importante capítulo de su historia durante la época Primera República, en julio de 1873, al protagonizar la llamada Revolución del Petróleo. El día 9, mientras el alcalde republicano federal, Agustí Albors, apodado Pelletes, negociaba con una comisión de los obreros declarados en huelga general convocada por la FRE-AIT en demanda de mejoras salariales, la guardia urbana, por orden del alcalde, abrió fuego sobre los trabajadores que se concentraban en la plaza del ayuntamiento. Éstos, encolerizados, asaltaron el edificio, matando al alcalde y mutilando su cadáver. Alcoy se declaró independiente y fue gobernada por un Comité de Salud Pública entre el 9 y el 13 de julio, hasta la llegada de las tropas federales.


Vista aérea de la ciudad, 1930.
Al calor del desarrollo industrial, Alcoy se convirtió en un nudo de comunicaciones y llegó a contar con la presencia de varias líneas de ferrocarril.8​ Desde finles del siglo XIX funcionaron varias líneas de vía estrecha, como fue el caso de los ferrocarriles de Villena a Alcoy y Yecla o del ferrocarril Alcoy-Gandía. A estos se sumaría la entrada en servicio en 1904 de la línea Játiva-Alcoy, de ancho ibérico.9​


Durante la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda república española y la Guerra Civil Española la ciudad se convirtió en una plaza fuerte del socialismo y anarcosindicalismo, siendo sede de la AIT. A partir de los años 1950 la ciudad atrajo una importante inmigración. A las industria textil, papelera y metalúrgica se unió la alimentaria (dulces, licores, aceitunas rellenas) y más adelante la cosmética.

Algemesí (Valencia) Comunidad valenciana

Algemesí es un municipio de la Comunidad Valenciana, situado en la comarca de la Ribera Alta, provincia de Valencia. Está ubicado al este de...